La popularidad del fútbol es tan inmensa que algunos jugadores llegan a ser mejor conocidos por sus actividades fuera del campo. El estatus de celebridad es tal que los anunciantes y fabricantes de productos deportivos les contratan para patrocinar sus artículos. El futbolista brasileño Pelé es una de las mayores celebridades mundiales; en su época como jugador fue embajador de UNICEF, participó en la famosa película "Evasión o victoria", protagonizó anuncios para diversas compañías (como el anuncio de Viagra, por ejemplo), y más recientemente ha tenido cargos políticos en Brasil. Otra incursión en la política por parte de futbolistas es la de George Weah, anterior Jugador Mundial del Año, que se presentó a las elecciones presidenciales en Liberia en el año 2005 y ganó la primera ronda aunque luego fue derrotado.

Otra celebridad futbolística mundial es el inglés David Beckham. Además de un gran jugador en el campo, es aún más admirado fuera de él. En Inglaterra, Beckham marca tendencias con sus frecuentes cambios de peinado que son copiados inmediatamente en el país. Además, está casado con una anterior estrella del pop, la Spice Girl Victoria Addams, y las dificultades en su relación fueron de interés nacional para la prensa británica en 2004 y 2005. De Beckham se han hecho diversas estatuas, como una en un templo budista o su reproducción en chocolate.

Muchos otros jugadores han llegado a ser celebridades y tratados como héroes en las ciudades o países donde han jugador. Algunos jugadores retirados, como por ejemplo Gary Lineker, han aumentado su fama trabajando en la televisión o la radio. También los no futbolistas se han visto beneficiados por esta popularidad de masas. Por ejemplo, el presidente de la Asociación Coreana de Fútbol decidió presentarse a las elecciones presidenciales después de la Copa del Mundo de 2002.

Editor: GFDL, v.o., Granfutbol.com, 2007.